Principio y criterio de devengo: Cómo funciona

El criterio de devengo, también conocido como régimen general, es el más habitual entre los emprendedores españoles a la hora de hacer frente al pago de sus tributos. Sin embargo, lo cierto es que no todo autónomo o empresario sabe cómo funciona, o a qué está obligado si se acoge a él. Esto resulta clave para la buena marcha de la actividad económica, así que hoy venimos a contarte todo lo que necesitas saber sobre él.

En este artículo aprenderás:

¿Qué es el criterio de devengo?

El criterio de devengo es un régimen de IVA por el que la Agencia Tributaria tiene derecho a percibir las cantidades concernientes al Impuesto sobre el Valor Añadido en función de las fechas de expedición que figuran en las facturas, una de las partes clave de este tipo de documento, y no de cuándo se hayan cobrado o abonado.

Es decir, toda empresa o autónomo que se rige por el criterio de devengo deberá adelantar a Hacienda la satisfacción de este tributo aún cuando no hayan conseguido recaudarlo a los clientes que deberían haberlo abonado en tiempo y forma.

El hecho de que la liquidación del IVA se realice trimestralmente, y de que existan distintos plazos de pago de facturas, hace que la práctica mayoría de los emprendedores deban destinar una parte de sus beneficios a cubrir las cantidades que surjan de rellenar el modelo 303 de IVA a no ser que hayan decidido trabajar bajo el régimen especial de criterio de caja.

¿Qué es el principio de devengo?

Lo primero que debemos decir es que el principio de devengo es una norma contable. Esto significa que marca el camino a seguir para todas aquellas personas físicas o jurídicas que trabajen con él, por lo que conviene conocer en qué se basa para saber cómo funcionar de forma adecuada.

Básicamente, el principio de devengo estipula que el registro de las transacciones económicas que se produzcan en el entorno empresarial debe realizarse en el momento en el que estas se produzcan, y no en el que se satisfaga el pago por ellas. Es por esto por lo que los emprendedores en régimen general deben abonar el IVA de forma trimestral, independientemente de si han cobrado o no las facturas que hayan registrado dentro de dicho periodo de tiempo.

Esto hace que cada operación económica quede registrada en los libros contables en la fecha en que se haya producido y, por tanto, que el beneficiario de la misma deba rendir cuentas al final del trimestre en el que se haya producido.

❗️DATO CLAVE: Devengar es el hecho de adquirir una persona o entidad el derecho a llevarse una parte de lo pagado en una transacción económica que se ha abonado a cambio de la venta de un producto o la prestación de un servicio. En este caso, es Hacienda la que se beneficia de ello mediante la aplicación de un impuesto como el IVA.

Ejemplo de devengo

Para entender mejor lo que es el devengo, lo mejor es exponer una situación que podría darse perfectamente en nuestro día a día.

  • Pongamos que una tienda de informática vende una remesa de ordenadores a una Administración Pública, como por ejemplo a un Ayuntamiento. 
  • Es habitual que este tipo de instituciones paguen sus compras a 90 días, o lo que es lo mismo, tres meses después de haberlas efectuado.
  • Si dicha compra se produce en noviembre de 2022 la tienda de informática no recibirá el pago por dicha venta hasta febrero de 2023, pero sin embargo el principio de devengo hace que deba registrarla en noviembre de 2021 y, por tanto, abonar el IVA correspondiente a finales de enero de 2023 como máximo.

Por tanto, si el dueño de la tienda de informática no tiene suficiente previsión, se verá obligado a solicitar un aplazamiento en el pago de impuestos con el que poder ganar tiempo para satisfacer la cantidad que no se pudo adelantar dentro de los plazos impuestos por la Agencia Tributaria.

¿Cómo devengo el IVA según el criterio de caja?

El criterio de caja, que ya habíamos mencionado en el primer apartado del texto, es un régimen de IVA que tiene muy poco que ver con el criterio de devengo. Gracias a este modelo de devengo, el empresario puede hacer frente a la liquidación de IVA de sus facturas solo cuando estas hayan sido abonadas, ya sea de forma total o parcial.

El devengo del IVA en el criterio de caja se realiza mediante la presentación del modelo 303, aunque en este caso únicamente se declararán las facturas que ya hayan sido cobradas. Eso sí, solo se puede deducir el IVA de las facturas que ya se hayan pagado, por lo que no todo son buenas noticias.

A pesar de parecer un modelo más atractivo, lo cierto es que el devengo del  IVA con el criterio de caja requiere de mucha más dedicación por parte del emprendedor, lo que hace que sean muy pocos los que opten por él.